Reconocen cualidades y admiten errores...
Sicólogos y sociólogos consultados creen que es hora de un cambio de actitudes. Apuestan por una revolución cultural e invitan al Estado a hacer un diagnóstico de la sociedad.
La mayoría de los guatemaltecos no está satisfecha con su vida. Son pesimistas, inseguros, temerosos, no aceptan sus errores, dicen mentiras y son envidiosos, entre otros tópicos. Por lo menos esto es lo que refleja la encuesta Modelos mentales de los guatemaltecos.
Las respuestas negativas se reflejan en todas las áreas, grupos y escolaridad, y se acentúan, con más del 81 por ciento, en el área urbana y la región central.
Aunque siete de cada 10 entrevistados creen que los chapines tienen más defectos que cualidades la última palabra no está dicha. Para interpretar la encuesta Prensa Libre contactó a las sicólogas Sara Pereira y Judith Erazo; a los sociólogos y politólogos Jorge Fuentes y Manuel Rivera y al motivador Raul Calderón, quienes consideran que esta percepción se puede revertir, y que es hora de poner manos a la obra.
Rescatable
Lo positivo es que siete de cada 10 reconocen que el guatemalteco es “chispado”, que lucha por sus metas, que trabaja duro y tiene buen carácter. Las mujeres entre 18 y 35 años y quienes cursaron la primaria son los que más tienen esa apreciación.
De acuerdo con seis de cada 10, para triunfar en la vida lo más importante es trabajar duro. Quienes más respaldan esta postura son los que no tienen escolaridad (81 por ciento), y los que menos lo creen son los universitarios (50.7 por ciento).
Sandra Pereira, opina que esta es la parte positiva de la encuesta y la que hay que rescatar. “Se puede crear una cultura de cambio. Hay que sanear la sociedad, porque somos un pueblo enfermo”, dice la experta. Sin embargo, el estudio concluye que al 71 por ciento le cuesta el cambio. Los del área urbana son los que más se resisten (73.1 por ciento).
Jorge Fuentes, vicedecano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Landívar, declara que una de las maneras de iniciar el cambio es construir ciudadanía. “Se debe entender como ciudadano a aquel individuo que tiene participación de las decisiones a todo nivel”.
En su opinión hacer ciudadanía significa construir un Estado que genere un ingreso digno, que cubra las necesidades y que permita el ahorro, el crédito y la independencia económica.
Judith Erazo, de la fundación Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Sicosocial, cree que la cultura del cambio debe ocurrir en todo ámbito. “La encuesta tiene cosas rescatables en el cómo soy, mas no en el cómo me siento”.
Hace falta un diagnóstico
Los tres expertos coinciden en que el Estado debe hacer un diagnóstico sobre la sociedad para iniciar políticas sociales de cambio. Para ello, admiten, deben empezar a conocer y a preocuparse por entender más a los sectores sociales.
“Debe existir una revolución social. En este momento no se nos permite deliberar, somos máquinas de obedecer”, considera Fuentes.
Pereira asegura que a hay exceso de mando y de obediencia. “Hay que revertir una serie de aspectos y se debe impulsar una reforma educativa”. Ello porque seis de cada 10 consultados dicen que la mayoría se queda callada a la hora de exigir sus derechos. El porcentaje sube en el norte, con el 69.9 por ciento, y en el sector universitario, con 72.1 por ciento.
Además, el 72.1 por ciento de quienes opinaron cree que los guatemaltecos son inseguros. Los que no tienen escolaridad son los que más sostienen tal afirmación (85 por ciento).
Aceptar la realidad
Pero no basta con decir que los demás son temerosos, inseguros o insatisfechos. Los expertos creen que las respuestas se proyectan y pueden dar ideas de cómo piensan los guatemaltecos.
Fuentes opina que el esquema cultural va construyendo ciertos modelos que son influenciados por los entornos sociales. “Hay frustración por la percepción de que estamos mal. Es una cuestión de apatía por impotencia, porque si participo, me frustro, y si no lo hago, también me frustro”.
Pereira es del criterio que si no se atacan las bases de los problemas habrá un panorama poco alentador para el futuro. Eso sí, los expertos sostienen que hay que reconocer lo que pasó y lo que está ocurriendo, porque si no, no hay salud mental. “Hay que encontrar la raíz, para ver en qué forma vamos a salir, e iniciar el rumbo al cambio”, dice Erazo.
Quizá el inicio de la solución se encuentra en la respuesta que dan los consultados porque el 62.5 por ciento cree que la mayoría de guatemaltecos tiene amor por Guatemala. De hecho, cuando se les pregunta si tuvieran que escoger una nacionalidad distinta, el 28.6 por ciento respondió como primera opción que ninguna.
¿Cómo se sienten los ciudadanos?
Defectos y cualidades
1 Comment:
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- Javihm77 said...
29 de agosto de 2007, 23:10definitivamente los chapines somos un pueblo enfermo, acostumbrado a ser pesimistas y no salir de donde estamos. Empecemos nosotros mismos a hacer el cambio, luchemos por cumplir nuestras metas y tengamos sueños grandes, no nos quedemos con lo mismo.